sábado, 4 de enero de 2014

Antecedentes fundamentales de la Educación Infantil




En los comienzos (siglo V-XV) la educación infantil se encontraba regida por las órdenes religiosas y los malos comportamientos eran vistos como influencias malignas y negativas. El niño era visto como heredero del pecado, se daba el castigo corporal si no se obedecía a lo establecido.
En la época medieval el niño no era visto como niño, si no que se le trataba como aun adulto, por esta razón no eran llevados a la escuela, era la familia quién debía encargarse de la educación del niño. Aun así, siempre se consideró que los niños eran bondad en sí mismos, y que era la sociedad quien les corrompía.


Fue Comenio quien, en el siglo XVIII, escribió el primer libro que sirvió a los maestros como primera guía curricular. Destacaba el adiestramiento sensorial y el aprendizaje por la acción mediante el estudio de la naturaleza, y su curriculum avanzaba a través de círculos concéntricos que evolucionaban uno a partir del siguiente.

Rosseau considera determinante para educar bien al niño la combinación entre las necesidades, el desarrollo de las facultades y el conocimiento de los objetos a través de la experiencia, conforman tres tipos de educación, distintas entre sí. Teoriza y reflexiona sobre la noción de sensación, sobre la relación que establece el niño con los objetos sensibles, sobre la manera como se ejercita su cuerpo, y como se entrenan los sentidos durante la infancia, con el propósito de que aprenda a conocerse a sí mismo.
La educación del niño es muy importante desde edades muy tempranas.

Pestalozi habla de la importancia del aprendizaje materno y en el desarrollo de las habilidades del niño.

Ya en el siglo XX,  se produce el descubrimiento de nuevas capacidades en los niños desde edades tempranas, así como los hallazgos en el área de la percepción o los hallazgos en relación a la memoria, la atención y la ínter subjetividad.

A finales del siglo XIX y principios del XX predominan los estudios científicos sobre la niñez caracterizada por el surgimiento de múltiples conceptos y teorías del desarrollo. Hablamos aquí de Freud, Piaget o Vygotsky.


Piaget destaca la importancia de la actividad mental frente a la pasividad y define las operaciones mentales como acciones interiorizadas caracterizadas por la reversibilidad. El niño aprende mediante un proceso de asimilación mediante acomodación y adaptación.
Ausubel mantiene que el verdadero aprendizaje del niño se hará cuando este resulte de interés para el mismo, que le aporte un significado. El aprendizaje como un proceso activo.
Feverstein analiza el papel de los mediadores (familia, escuela, docentes…), en la asimilación y conceptualización de los estímulos. Más que el estudio de la conducta de forma individual, prima el estudio del escenario de la conducta, subrayando la interacción entre individuo y ambiente y potenciando la investigación del contexto natural del individuo.
Vygotsky defiende que el potencial de aprendizaje de los individuos se desarrolla a través de la socialización contextualizada. Describe los niveles de desarrollo que son necesarios determinar para incidir en el avance del mismo:
Nivel de Desarrollo Real, el nivel de Desarrollo Potencial y el nivel de Desarrollo Próximo (ZDP).

Los precursores de la escuela nueva fueron Montessori, Freinet, Declory, Neill, Montesori, Fröebel y las hermanas Hagássi. Todos ellos centran su actividad en la búsqueda de métodos alternativos a los tradicionales, y defienden una nueva concepción del niño, de su actividad discente y de su desarrollo integral.
Esta escuela nueva tiene una serie de ideas básicas, podemos resumirlas en:
-          Actividad manipulativa y mental del niño, siempre motivadoras para el mismo.
-          Libertad, individualización y personalización de la enseñanza.
-          Fomento de la socialización y de la intuición.
-          Globalización e interdisciplinariedad de los contenidos.
-          Importancia de la colaboración entre la familia y la escuela.

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